Para Ingenieros A UNA VIGA DE CONCRETO REFORZADO |
Antes de hoy siempre pensé un poema hacerle a ella, a la mujer que yo amé o a la que amo por ser bella.
Pero nunca imaginaba que el acero y el concreto que estudiar tanto gustaba me inspiraran un cuarteto.
Pues es preciso esperar se presente algún problema que no puedas resolver para empezar el poema.
Mas no es posible escribir las ideas complicadas que allí empiezan a fluir y a ser pronto utilizadas:
Que el módulo del concreto, que el acero va a tensión, que peraltada "es un reto"; y el arquitecto?: un molón.
Que el anclaje, la adherencia, que esta carga aquí no va, que hay que ver la conveniencia de aumentar un poco acá.
Que cuidar en este extremo la magnitud de la flecha, que en cantiliver le temo, pues nunca sale derecha.
Y un montón de pensamientos confúndenme en forma tal, que ni un buen procedimiento me hace ver cerca el final.
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A romper la hoja, ni modo, se volverá a comenzar; que se olvide mientras todo y vamos a descansar.
Y es en la ocasión siguiente cuando es posible lograr, o por lo menos se siente con la viga terminar.
Resuelta el área de acero y la sección transversal, dibujado bien, espero, esté el armado final.
Una buena revisión ya por último le damos, y con gran satisfacción se ve que bien terminamos.
Así la viga quedó como para construirse, y nada mejor se encontró que a celebrar luego irse.
Poesía e Ingeniería no es muy fácil compartir, pero de ambas se podría hermosas cosas decir.
Y por qué no hacer a veces poesía a tí, una viga, si como una flor mereces palabras bellas te diga?
JAMD 1979 UNAM-ENEP-ACATLAN
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